Recalentar las sobras de una receta fracasada

El ministro de economía Sergio Massa convocó nuevamente a diferentes sectores para constituir un acuerdo económico social que contemple precios y salarios. Se reflota el uso de una vieja estrategia que ya fracasó incontables veces y que sólo busca maquillar la incapacidad de una gestión de asumir las reformas de fondo.

Política Local 27/04/2023 La Redacción
El ministro de economía Sergio Massa en reunión con la CGT y dirigentes del Movimiento Evita
El ministro de economía Sergio Massa en reunión con la CGT y dirigentes del Movimiento Evita

Con el anuncio del ministro de economía Sergio Massa,  el cual estaba apuntado a grandes actores del sistema productivo y del comercio argentino, ya se pueden contabilizar ocho acuerdos económicos y sociales del mismo tenor, al menos desde el inicio de la administración Fernández. El objetivo de este nuevo llamado, es resolver un gran acuerdo de precios y salarios, que contemple puntos de encuentro entre los intereses de las principales empresas de referencia — fundamentalmente del sector alimenticio — los gremios y las organizaciones sociales; con el objeto de mantener cierta estabilidad en la económica domestica, que le permita al oficialismo llegar a las elecciones sin un estallido social.
Este tipo de estrategias que apuntan a coordinar variables claves para el bolsillo asalariado, como el costo de los productos de la canasta básica, sería la última de las soluciones políticas de la cual la cartera que dirige Massa puede hacer mano, dejando como alternativa la aplicación de la ley de abastecimiento. Como a demostrado  empíricamente la historia reciente — y no tan reciente— este tipo de medidas se encuentran destinadas al fracaso, ya que apuntan a intentar mitigar los síntomas de la enfermedad, más no sus causas; está claro que tanto para la gestión de Alberto Fernández como para cualquier gobierno que asumiera eventualmente, no queda margen para evitar tocar cuestiones de fondo.



El anuncio | Imagen crédito: Télam

El acuerdo busca generar cierta estabilidad en la economía domestica por un periodo de 90 días y evitar sobresaltos importantes en los índices de pobreza, durante las elecciones primarias. Concretamente con esto, Massa busca generar condiciones propicias para que el esfuerzo electoral del peronismo llegue con las mejores condiciones posibles, en el marco de una gestión que "incineró" políticamente a muchos dirigentes del FDT. De esta manera, el ministro expresó en relación de la escalada del dólar libre que tocó techos por encima de los 500 pesos que:

No es aumento justificado en la macroeconomía sino en alguna avivada. Vamos a ser garantes y controladores, y les pedimos a ustedes ayuda de que haya abastecimiento y precios y cumplimiento de los acuerdos de precios

Básicamente se basa en aplicar el concepto de Estado gendarme buscando controlar los precios minoristas y extorsionar al mercado interno con la aplicación de la ley de abastecimiento. En el mismo sentido se expresaría el dirigente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, el cual señaló que: 


El Gobierno tenía las manos atadas por el acuerdo con el FMI y agradecemos muchísimo que haya roto ese acuerdo de no intervención en el mercado de cambios y dar la batalla de anclar el dólar para que podamos bajar la inflación

De esta manera intentó desligar la responsabilidad en relación a los pésimos resultados en materia económica al FMI.

La problemática económica de Argentina  se puede presentar como un desafío desde  el punto de vista técnico, pero a su vez  tiene una solución simple desde lo decisional, hay que dejar de emitir pesos para detener la inflación y para esto hay que bajar el gasto público, que genera déficit y por consiguiente su crisis de financiación. Esto que fue evidente para el resto del planeta a mediados del siglo XX, sigue siendo increíblemente, materia de discusión en nuestro país, donde surgen todos los días explicaciones de las más extravagante, llegando a que el  mismo presidente de la Nación afirmara que, la inflación podría tener orígenes paranormales acusando a "unos diablos" como autores intelectuales de la escalda de los precios. Quitando los desvaríos a los cuales nos tiene acostumbrado Alberto Fernández, la discusión de fondo que no se da en ningún foro del poder, es la de tocar el gasto público, la cual es entendible que no ocurra, pues cuestionaría los métodos de financiación de la propia política.