Massa y Máximo Kirchner viajan a China para ampliar la deuda

 C on una visita  de una duración prevista de 96 horas, el ministro de Economía Sergio Massa planifica una agenda en China que tiene como objetivo, reforzar las reservas del Banco Central, aumentar las inversiones del país asiático en el litio y petróleo, abrir nuevos mercados y por sobre todas las cosas, mandar un fuerte mensaje dentro del peronismo sobre la capacidad de lobby internacional que posee el ministro. Con un contexto económico de extrema fragilidad, donde conseguir acceso a los mercados financieros actualmente se presenta como una opción remota, la posibilidad de encontrar un uso aprovechable para el Swap chino es crucial para el equilibrio monetario. Para esto parte de la estrategia del gobierno nacional, se centra en la posibilidad de derivar las necesidades de importación del sector industrial, hacia proveedores dentro del mercado chino, de manera de utilizar los 18.500 millones de dólares del Swap, evitando la pérdida de divisas. Para esto dentro de la comitiva oficial que acompañó a Sergio Massa, se cuenta con la presencia de Miguel Pesce (BCRA), Flavia Royón (secretaría de Energía), Máximo Kirchner (diputado dirigente de la Cámpora) y el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos.

Dentro de la negociación entablada con el presidente del Banco popular de China Yi Gang, se incluiría la renovación del swap por 18.500 millones de dólares y una posiblemente ampliación de su disponibilidad para financiar el comercio entre terceros países. Se espera que Massa, Yi y Pesce se reúnan el próximo 2 de junio en Beijing para firmar la renovación del swap y posiblemente anunciar la ampliación del monto de libre disponibilidad, que podría aumentar de 5.000 millones de dólares a 8.000 millones de dólares lo cual traería la posibilidad de ampliación para las cuotas de importación, de extrema urgencia sobre todo en el rubro tecnológico. 

Mapa de la ruta de la nueva Ruta de la Seda | The Belt and Road Research Platform (2018)

En cuanto a la agenda prevista para su visita a Beijing, se incluye una reunión con Zheng Shanjie,  presidente de la Comisión de Desarrollo y Reforma, donde se contempla la firma de inversiones en materia de  infraestructura relacionadas con la iniciativa de la Ruta de la Seda (OBOR) — proyecto chino a nivel global que complica el escenario geopolítico a los Estados Unidos debido a su impacto financiero en  sus intereses en América Latina — Sin embargo, el presidente argentino Alberto Fernández ve la iniciativa como una herramienta de cooperación eficaz para impulsar proyectos de infraestructura.

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Alberto Fernández y el premier chino Xi Jingping | Foto: presidencia de la Nación

Antes de llegar a la capital china, Massa hará una escala en la ciudad de Shanghái, donde participará en las sesiones del directorio del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS — foro multilateral económico  que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— Allí, Massa explicará la situación económica de Argentina y solicitará ayuda financiera del NBD, con ampliaciones a la deuda que ya presenta el país con el organismo.

 El presidente de Brasil Ignacio Lula da Silva acompañado de Alberto Fernández en ocasión de su asunción 

Hace un mes, Lula da Silva prometió a Alberto Fernández en el marco de su visita de Estado tras la asunción del presidente brasileño, que apoyaría a Argentina para obtener el respaldo de los BRICS y del Nuevo Banco de Desarrollo, aunque al momento, al menos formalmente no se han presentado negociaciones bilaterales. En este contexto, Massa viajará a Shanghai para aprovechar el respaldo de la gestión de Lula da Silva, para influir sobre BRICS, aunque expertos en el área consultados por este medio señalaron que no sería sencilla la tarea de la comitiva diplomática argentina, debido a la pésima acreditación financiera del país. Dado que Argentina no es miembro de los BRICS ni del NBD, la ayuda financiera implica una compleja estructura técnica y diversos acuerdos que incluyen sus países miembros. Dentro de las gestiones necesarias se incluyen que se aprueben los fondos, que estén vinculados a un proyecto de inversión o intercambio comercial con un país miembro de los BRICS y finalmente garantizar su uso. Massa obtendrá la promesa de cooperación de Dilma Rousseff, presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, pero los fondos tardarán un tiempo en beneficiar a Argentina. Rusia podría ser un obstáculo, así como un posible cambio de gobierno. Ningún país, banco de cooperación o bloque multilateral presta millones de dólares a un estado emergente que se prepara para una campaña electoral con un resultado incierto.