TOC: vivir compulsivamente

De que se trata el Trastorno Obsesivo Compulsivo, que según la OMS afecta a un 2% de la población y crece año tras año ¿Vivís algo de esto en tu vida cotidiana?

Salud 11/05/2023 Micaela Marino Micaela Marino

Una mente compulsiva

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“Desde niño, he tenido ciertos comportamientos obsesivos y pensamientos intrusivos que me causaban malestar, como, por ejemplo, ¿y si le pasa algo a mi madre?, ¿y si se muere?, ¿y si me quedo solo? No fue hasta los 17 años cuando me surgió una obsesión: ¿puedo desearle la muerte a alguien? Me sentí súper mal, muy culpable, fue horrible. Tuve la suerte de poder acudir a un psicólogo rápidamente y me diagnosticó TOC”, así es como describe Joan Albero de 27 años sus inicios con el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Un trastorno mental con nombre de pila, segundo nombre, apellido y un sobrenombre: Trastorno obsesivo compulsivo o, como es mayormente conocido, TOC. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el TOC afecta a más de un 2 % de la población mundial y es considerado como una de las diez enfermedades más incapacitantes para una persona.

Los pacientes con TOC tienen algunas diferencias en el funcionamiento cerebral en cuanto a la capacidad para poder inhibir la aparición de ciertos pensamientos, los pensamientos intrusivos


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Así lo afirma el psicólogo licenciado y especialista en este tipo de trastorno, Alejandro Curtarelli. Para el especialista chileno, Tomas Miño, hay áreas que están más activadas en las personas con TOC, como por ejemplo, la zona prefrontal, la amígdala y los núcleos de la base. Todos los humanos tienen pensamientos de este tipo, pero los que padecen esta enfermedad los experimentan con más intensidad y con una carga muy negativa.


Tenemos una tendencia a que ciertas ideas se queden en nuestra cabeza como si estuvieran enganchadas y no puedan fluir  — a lo que Joan Alberto continua — Te levantas por la mañana y automáticamente ya sientes que tienes esa obsesión presente, recordándote que está ahí. A partir de ahí, empiezas a compulsionar, a buscar, si es una obsesión o si es la verdad

 Según explica Joan Albero.

El curso de la enfermedad suele ser lento y progresivo y, muchas veces, aparece en niños. Continua el especialista: “Se ve TOC en niños de dos años y ya directamente en esos casos se habla de un trastorno del neurodesarrollo, 100 % de base biológica”, asegura Curtarelli. No obstante, en la mayor parte de los casos, la aparición suele ser en los primeros años de la adolescencia o en el inicio de la adultez. Su diagnóstico tarda un promedio de 10 años, desde el momento en que aparecen los síntomas hasta llegar a tratarse con un profesional que sea especialista en TOC. Esto sucede por el estigma social que existe alrededor de la enfermedad y también por la falta de especialistas.

Las causas para que el TOC esté presente son múltiples y no muy claras. “Nos cuesta mucho poder encontrar una causa, por lo que es mejor hablar de factores determinantes, factores que aumentan la probabilidad de que una intrusión se transforme en una obsesión”, sostiene Curtarelli. Por otro lado, Tomas Miño argumenta que el TOC se relaciona principalmente con factores genéticos, aunque también hay ciertos factores ambientales que pueden influir. “Actualmente, se está investigando a nivel mundial la genética del TOC en población latina y se ha visto que hay una alta probabilidad de que se herede de familiares cercanos”, añade. Sin embargo, para Curtarelli, la parte psicológica de cada individuo y cómo este responde frente a las ideas intrusivas son clave. Según el profesional, se construye un círculo vicioso muy grande: “Cuando surge un pensamiento de este tipo, se activan mecanismos de lucha y se llevan a cabo diversas prácticas para intentar dominarlos”. Las acciones que se llevan a cabo para tratar de controlar esos pensamientos son lo que se llaman compulsiones o rituales. Lo que perpetúa el TOC es el alivio temporal que siente la persona al hacer esos rituales.

Yo tengo una obsesión, un subtipo llamado falsas memorias o falsos recuerdos. Básicamente tienen que ver con haber cometido algún delito en el pasado y no acordarme, o con haber hecho cosas malas, haber hecho daño a alguien, haber hecho algo sexualmente inapropiado a alguien y no acordarme

confiesa Albero.


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Para poder calmar estas ideas, él solía chequear que efectivamente nada había pasado, intentaba recordar esa situación a la perfección con todos los detalles y preguntaba a las personas de su alrededor. Además, reconoce que “Las compulsiones lógicamente no son buenas” e intenta no hacer nada de eso. El licenciado Curtarelli especifica que hay categorías de compulsiones. “Muchas veces hay compulsiones, obsesiones que son muy propias de las personas, pero en general, la mayor parte de ellas, suelen tener temas que se repiten en todo el mundo”. Básicamente, hay dos tipos: los mentales que incluyen tratar de recordar lo que sucede, contradecir lo que la mente argumenta, a veces puede ser contar mentalmente, chequear nuestro cuerpo. Mientras que los físicos son aquellos que llevan a hacer determinadas acciones como limpiar excesivamente, chequear varias veces algo en específico, acomodar objetos de cierta manera y la evitación. “Uno es consciente de que se está perdiendo el tiempo en algo que realmente no quieres hacer, pero lo haces porque tienes ansiedad y necesitas calmarte” advierte Albero. Muchas veces la realización de los rituales lleva a la privación de una vida normal, las ideas son tan fuertes que hacer actividades sencillas se vuelve una misión imposible.

El psicólogo español, Alberto Soler, explica algunos de las conductas típicas que pueden señalar síntomas relacionados con el TOC.

Joan Albero fue diagnosticado con TOC hace 10 años, por lo que sabe cómo lidiar con la enfermedad de la mejor manera posible. El tratamiento que le dio más resultado fue la técnica de exposición y prevención de respuesta (EPR) que forma parte de una terapia cognitivo-conductual. Esta terapia lo que hace es que la persona entienda que los pensamientos son sólo pensamientos, que no tienen un poder real. “Les permite aprender a los pacientes a tomar distancia respecto de los pensamientos y tener una respuesta distinta frente a las cosas que van pensando” apunta Tomas Miño. La medicación también puede ayudar muchísimo, ya que permite que ciertas zonas cerebrales estén menos activas, aunque por sí sola no tiene ningún efecto. “También es muy interesante el mindfulness, porque al final, cuando estás tan metido dentro de tu cabeza, te olvidas del momento presente, que al final es el único que existe”, sostiene Joan Alvero. El mindfulness es una técnica de meditación que consiste en observar la realidad en el momento presente, sin intenciones de juzgar y con plena apertura y aceptación. “Si bien el mindfulness en sí no es un tratamiento, es un elemento por el que se puede incorporar para conectar de nuevo con el presente”, opina Curtarelli. Otro elemento que resulta clave es el apoyo de los seres queridos. “El apoyo familiar es súper importante, porque cuando estás en ese círculo vicioso en el cual también puedes llegar a sentirte deprimido y sentir que tienes personas que te quieren, que están ahí, que te van a ayudar en lo que sea, hace que el proceso de recuperación sea más fácil”, admite el joven. “Estoy muy agradecido, tengo una familia y unos amigos que me apoyan en todo”.

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En materia de enfermedades de salud mental, no se puede hablar de curar diagnósticos, sino que se habla de recuperación. “En el fondo, el TOC es un tema que tiene que ver con los pensamientos, con las angustias. Entonces, lo que se habla más bien es que esto tiene una alta posibilidad de recuperación”, señala Tomas Miño. A pesar de que es un trastorno crónico, la mayoría de los pacientes se recuperan de manera exitosa y pueden llevar una vida normal. “No se puede curar, porque somos así, forma parte de nuestra naturaleza, de nuestra genética, pero sí que se puede aprender a gestionarla”, admite Joan Albero. “Al final, yo creo que cuando lo visualizamos, hacemos que la gente que tiene esto se sienta más comprendida, siente que puede contarle a su entorno lo que le ocurre, eso hace que la recuperación pueda ser muchísimo más rápida porque tiene ese apoyo”, concluye el joven español.